viernes, 16 de junio de 2017

Puede.

Puede que me hayas durado lo mismo que un cigarro, pero has sido tú quien me ha consumido. 
Puede que bebiera para olvidarte, pero se me olvidó por lo que bebía y me acordé de ti.
Puede que ahora seamos dos extraños, pero me sé tu cara y tu cruz.
Puede que encendieras un fuego en mí que me redujo a cenizas, pero aprendí a no quemarme dos veces con la misma llama.

Puede que me dieras alas, pero fueron de papel mojado y con cada aleteo me sentía más cerca del suelo.
Puede que recuerde el sonido de tu risa, o puede que no.
Puede que destruyeras mis muros, pero ni un rasguño en mi coraza.
Puede que no te saque de mi cabeza, pero tiembla; porque lo hice del corazón.
Puede que agitaras mi mundo, pero no sabías que yo ya estaba en otra galaxia.

Puede que vuelvas,
pero por favor, no lo hagas.
Puede que muerdas,
pero no tengo miedo.
Puede que envíes flores,
pero las dejaré morir.
Puede que ya no sea yo,
pero porque he mudado la piel.

Puede que quieras,
pero no creo que puedas.

Puede que no estés, 
pero yo tampoco.