miércoles, 8 de marzo de 2017

Lone ranger.

Destruye lo que quieras, ahora mis raíces están rozando el infierno y es imposible moverme. El mismo infierno al que me llevabas cada noche. Ahora soy yo el que elige en que aguas hundirse, pero aprendí a nadar, al igual que andar, para irme lejos.

No intentes acercarte, soy un explorador solitario. Echaré a volar en cuanto te sienta cerca; unas barras de hierro han frenado estas alas de papel durante mucho tiempo. Ahora soy un tigre, o quizás un león, "he's on fire" les oigo decir; razón no les quito.

Busco otro cuchillo más afilado, no pienso volver a estar roto. Pensé que era de cristal, sin saber que el diamante también es transparente. He estado arriba, también abajo. A lo mejor estoy calmado, como la superficie del océano, sin que sepas todo lo que está ocurriendo en el interior; donde los más potentes torbellinos jamás vistos antes están en una lucha continua de superación. 

He calmado el hambre de fuego, he renacido de mis cenizas. Ahora sé brillar más que tu sonrisa. Quizá estoy siendo arrogante, prefiero llamarlo transparencia, puesto que estoy considerando realmente si necesito amarrarme a alguien para volver a ser feliz. Por supuesto, estoy solo a veces.

Siento las ganas de explorar toqueteándome como si de fuegos artificiales se trataran. Mi soledad y yo aprendimos a abrirnos camino en un mundo lleno de hipocresía y guerras frías. Derrumbando mis muros aunque aún así no pueden acceder a mí.

Solo quiero vivir mi propia aventura, mi única vida, y voy a hacerlo a mi manera, porque en este cuerpo mando yo. He aprendido a quererme, no, a amarme mucho más de lo que hice contigo, y créeme, ahora es imposible derribarme.

He estado lejos,
he estado cerca.
He sentido miedo,
he roto barreras.
Me puse límites,
los cuales ya ni veo.
He sabido ser
he aprendido a vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario