sábado, 27 de abril de 2013

Nunca y siempre...

"Ya no podía más. “Eh… ¿Te viene bien quedar mañana?” le pregunté con timidez. Tardó exactamente 1 minuto 6 segundos en contestar, pero ese “escribiendo…” se me hizo eterno.

Aceptó. Mi corazón parecía querer salirse de mi pecho. No daba crédito a lo que estaba ocurriendo."

No hay comentarios:

Publicar un comentario