domingo, 16 de octubre de 2016

A(r)ma(r)me

Me asusta pensar que estás derribando mis muros de un sólo soplido como hizo el lobo feroz, espero que no me acabes devorando. Me dejaría. Poco a poco has estado construyendo tus puentes alrededor de mi reino. Has esperado con paciencia, como la leona que observa a su gacela, y ataca. Y atacas. Y yo no opongo resistencia alguna, porque sé que sería una perdida de tiempo resistirme a ti, sabiendo que has empleado en esta batalla a todo tu arsenal. Has enviado a este combate a tus mejores guerreros, con la certeza de que ganarás.

Pero pongo las cartas sobre la mesa, ¿por qué ha sido tan fácil? ¿por qué no he querido pelear? puede que sea mi estrategia, porque en el fondo vas a salir perdiendo tú.
"Mantén a tus enemigos cerca" me digo, porque cualquiera que intente robarme el corazón siempre lo será. Pero hay muchas cosas que no sabes, de las otras no te has dado cuenta.

Sabías que ganarías la batalla, pero la guerra no termina hasta que yo la gane. Me sé esos trucos, y te advierto que también iré un paso por delante. ¿Por qué te cuento todo esto? ¿por qué me vuelvo vulnerable ante ti si se supone que eres mi enemigo? posiblemente sea porque quiero que conozcas como juego, porque busco que me sorprendas.

Busco que quieras ir tú dos pasos por delante, busco que si de verdad te interesa pelear para ganar, lo hagas. Busco que no sea una partida fácil, ¿dónde estaría la emoción? No te prometo nada, pero te puedo dar todo. Todo lo que merezcas, el más maravilloso de los cielos o el peor de tus infiernos.
Que pelees con uñas y dientes y no te rindas a la primera de cambio. 

Como dijo Bukowski: "Si vas a intentarlo, ve hasta el final. De otro modo, no empieces siquiera."
Y aquí me tienes, queriendo que pases la línea. Te abro mis puertas, pero te advierto que no será fácil; piensa que por ahora te estoy dejando ganar, dando tiempo a tu plan. Impaciente por saber cuál será tu próximo movimiento.

Y si vienes, no te vayas
que si te quedas, te doy el cielo.
Y si no vienes, te buscaré yo.
para que derritas mi hielo,
sólo necesitas amor.

Y si te escondes, hazlo bien
en cualquier caso te encontraré.
Porque ninguna rosa;
sobrevivió al invierno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario